En breve vuelvo a Buenos Aires después de unos cuantos años sin ir. Siempre que voy trato de tocar con mis amigos músicos, con quienes compartí tanto tiempo.
A Borges le llamaba la atención esa "devoción por el sistema métrico decimal" que suele determinar la mayor o menor importancia asignada a las celebraciones. Seguramente por ello, esta será una oportunidad muy especial ya que este año se cumplen 25 del dúo y 20 de la grabación del disco. ¿Qué dúo y qué disco? el dúo con Ernesto Jodos, un gran músico y querido amigo con quien empecé a tocar en dúo en 1993. Antes lo habíamos hecho de manera casual y en otros formatos. 1998 fue otro año importante, ya que grabamos "Long Ago", un disco con el que al principio no sabíamos muy bien qué hacer (las autoediciones eran algo muy poco frecuente y algo más caro que en la actualidad) pero que nos gustaba. El disco fue finalmente editado dos años más tarde por la desaparecida Revista Clásica y antes de eso fuimos invitados a participar en el festival organizado por el Consulado Argentino en Nueva York en octubre de 1998. Definitivamente había sido una buena idea hacerlo.
Parece ser que al disco (a la revista, el CD venía con ella) no le fue del todo bien en un primer momento. Ese número se vendió menos que los anteriores, seguramente porque no fue del agrado de cierto público abrir el ejemplar de ese mes y encontrarse con un disco de jazz. Nunca había ocurrido antes y es de algún modo comprensible. Para colmo de males, muchos de los ejemplares que habían quedado guardados en el sótano del edificio en el que funcionaba la revista, en Cabildo y Blanco Encalada, terminaron tapados por el agua durante una de las tantas inundaciones que asolaron la zona.
Parece ser que al disco (a la revista, el CD venía con ella) no le fue del todo bien en un primer momento. Ese número se vendió menos que los anteriores, seguramente porque no fue del agrado de cierto público abrir el ejemplar de ese mes y encontrarse con un disco de jazz. Nunca había ocurrido antes y es de algún modo comprensible. Para colmo de males, muchos de los ejemplares que habían quedado guardados en el sótano del edificio en el que funcionaba la revista, en Cabildo y Blanco Encalada, terminaron tapados por el agua durante una de las tantas inundaciones que asolaron la zona.
Así las cosas, lo que nos quedó fue la música. Y la sorpresa, más grata imposible, es que a lo largo de estos años mucha gente, músicos (algunos muy jóvenes por entonces, hoy ya asentados), aficionados al jazz, público en general, me manifestaron cuánto les había gustado ese disco. No existe mayor elogio que ese para un artista. Y no existe mayor alivio que saber que algo que parecía condenado al olvido (y los astros se habían confabulado para que eso sucediera, créanme) está ahí, en el recuerdo de más gente de la que uno cree.
Será un gusto volver a estar allí.
Será un gusto volver a estar allí.
PUERTAS ADENTRO
(Liner notes que acompañan a la
edición de “Long Ago”, editado por Revista Clásica. Por falta de espacio, el
texto no está en el CD sino en el cuerpo de la revista)
(Foto: Uri Gordon)
"Long
Ago" (“hace mucho tiempo”, en inglés) es una suerte de testimonio que
refleja los cinco años que llevábamos reuniéndonos a tocar al momento de
realizar esta grabación.
La
inclusión de “Long Ago and Far Away”, un tema maravilloso que nos encanta a los
dos, nos vino como anillo al dedo a la hora de resolver el dilema sobre cómo
titular el álbum, algo que normalmente a los músicos nos resulta mucho más
engorroso que tocar o componer.
Durante
esos cinco años hicimos música básicamente por placer. En medio de
interminables charlas en los que nos dedicábamos a compartir nuestros
hallazgos, ya en nuestra condición de músicos, ya en la de simples oyentes,
ambos pusimos a consideración del otro nuestros nuevos temas, los standards o
composiciones de jazz que acabábamos de descubrir o simplemente nos
sumergíamos en el imprevisible mundo de la improvisación espontánea.
En
rigor de verdad, esto último pesó más que todo. Tanto en nuestras reuniones
informales como en nuestras presentaciones en vivo pasó muchas veces que una
impetuosa introducción a cargo de cualquiera de los dos nos dejaba en medio de
un tema cuya ejecución no habíamos alcanzado a pactar.
Ese
espíritu proclive a la espontaneidad y esa larga historia desarrollada a
puertas adentro, nos impulsó a realizar una grabación casera, pues de esta manera
podíamos disponer de más tiempo y de un mejor piano a menor precio que
cualquier estudio de grabación. De este modo, en tres sesiones condimentadas
con comida mexicana de la mejor calidad y esclarecedores debates acerca de las
glorias olvidadas del cine y la televisión argentina, grabamos una cantidad de
música que hoy entregamos en este CD.
Agradecemos
y celebramos la decisión de la gente de “Revista Clásica” de publicar este
trabajo. Sólo nos resta desear a los lectores-oyentes que lo disfruten tanto
como nosotros.
Sinceramente
Ernesto
Jodos-Guillermo Bazzola
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